San José no levanta cabeza en este peregrinar ruinoso, acentuado después de la goleada que recibió de local de parte de Bolívar (0-5) en la séptima fecha del Campeonato de la División Profesional y que empuja al equipo orureño aún más hacia el fondo sin encontrar la luz para escapar de este mal momento.

Pese al apoyo de la afición orureña, la poca experiencia en el profesionalismo del plantel de San José está jugando en contra y el “V” azulada lleva seis partidos sin anotar goles, ha recibido 25 tantos, teniendo el pórtico más vencido en el torneo, y estas cifras lo tienen estacionado en la zona del descenso directo de categoría.

El marcador estaba 0-3 a la conclusión del primer tiempo con un doblete de Armando Sadiku, quien pudo anotar sus primeros goles en el fútbol boliviano después de una espera de seis jornadas. Oruro también fue el reencuentro de Víctor Abrego con el gol y el doblete de Leonardo Ramos.

Con este triunfo, la Academia sigue adelante en la tabla del campeonato, compartiendo ubicación con The Strongest, ambos con 16 puntos, pero el Tigre con una mejor diferencia de gol (+13).

El equipo mixto de los bolivaristas superó al local sin barreras en su camino, afinando el juego antes de jugar ante Wilstermann el 12 de mayo por la Copa Sudamericana, en compromiso que define su futuro por la clasificación a los octavos de final.

Sadiku colocó el 1-0 a los 21 minutos con una definición delante del arquero Osbaldo Nova luego de una habilitación que dejó en libertad de acción al atacante albanés. El 2-0 subió a la cuenta a los 2-0 (28´) con un remate de derecha de Ramos y Sadiku aumentó la superioridad (3-0) a los 44´ con un zurdazo.

Los errores en la defensa sanjosecista siguieron floreciendo en la segunda mitad del encuentro. Ramos colocó el 4-0, a los 57´, con un cabezazo en la búsqueda del centro de tiro de esquina que encontró mal parada a los centrales.

La quinta anotación fue producto de Abrego (82´), quien le ganó la posición a Kevin Fernández y elevó la pelota por encima de Nova antes de quedarse sin ángulo frente a otra desatención en la cobertura.

El cuadro orureño fue detrás del descuento, pero las fallas también estuvieron en la zona de ataque, porque los disparos salieron desviados delante del pórtico y faltó dar continuidad a los avances. Sin esa profundidad, el equipo del entrenador Marcos Ferrufino no llegó lejos.