Bolívar quedó herido de muerte en la Copa Sudamericana al caer (2-0) ante Ceará en Fortaleza. El vozao brasileño toma la punta del grupo C, del torneo continental y según los jugadores celestes, matemáticamente aún pude dar pelea en el partido de la siguiente semana contra el argentino Arsenal en condición de visitante.

Para el elenco local era importante acumular las unidades en disputa, por lo que propuso su juego y sin jugar su mejor partido, pudo cumplir con su finalidad, expuso lo necesario y convirtió dos goles que le permiten soñar a una fecha para que finalice la fase de grupos.

Bolívar llegó a Brasil con muchas incógnitas, no es el equipo que mostraba su fútbol en pasadas temporadas, además los refuerzos no brillaron como se esperaba y de acuerdo con la tabla de posiciones está al margen de la pelea por el primer puesto de su Grupo que le permita acceder directamente a la siguiente fase de este campeonato que desnudo las falencias futbolísticas de los equipos bolivianos.

Ceará fue práctico, no tuvo un juego superior que los celestes bolivianos pero convirtió en el momento preciso y ahora puso la mira en su última presentación, y clasificar, aunque el técnico Augusto ‘Guto’ Ferreira sabe que su plantel puede dar más y que el rendimiento de juego fue de más a menos.

El vozao se puso en ventaja a los 44 minutos del encuentro, con desborde de Vina, quien observa en buena posición a Lima y toca la pelota, la figura del local remata con la derecha para acomodarla en las redes, ese tanto dejó más que abatidos a los celestes que no lograron reponerse de la conquista y retornan a los camarines a replantear su juego.

En el segundo tiempo el panorama es el mismo, el dominio es de los locales y los celestes sin poder de reacción, con llegadas imprecisas, jugadas intermitentes que no le ayudaron como para remontar el marcador, además los futbolistas no se esforzaron como para igualar en el marcador.

A los 84 minutos el equipo brasileño termina de hacer leña del árbol caído con un gol de Vinicíus mediante la vía del penal (2-0) tras falta previa de Alex Granell, para liquidar el pleito con un remate fuerte que no permite la reacción de Rubén Cordano quien en el primer tiempo ya había salvado su arco a bocajarro.

Al término del partido en rueda de prensa los bolivaristas dijeron que no están eliminados y que matemáticamente aún pueden dar pelea, no menos cierto es que para eso no solo dependen de sus resultados, vencer a Arsenal en Buenos Aires y esperar una mano de Wilstermann, que tendría que golear al Ceará en la última fecha y así restar la diferencia de goles en la tabla.