Foto: Prensa Bolívar, Prensa The Strongest
Los partidos de ida, en las semifinales del torneo, gozaron de emociones que solo una instancia final puede otorgar. Dice el manual de los equipos grandes que en esta recta sale la estirpe y la jerarquía de jugadores, los clubes grandes saben a la perfección lo que es estar en este tipo de finales.
The Strongest comenzó perdiendo el cotejo frente a Palmaflor, antes del gol de Soares, que abrió el marcador, Arrascaita falló un penal, el Bombón no fue asesino y colocó en problemas al Tigre. Para colmo, Juan Pablo Aponte fue expulsado y todo se colocaba cuesta arriba.
Tuvo que salir de la galera un zarpazo de Fernando Saucedo, uno de los mejores pegadores de nuestro fútbol, que le daba una semi sonrisa al atigrado que se fue con todo al ataque. Wayar encontró una pelota por el sector derecho, levantó la cabeza y llegó Triverio para dar la vuelta el resultado. Tal ves se esperaba más de The Strongest. Lo cierto es que la serie está a su favor e irán a Cochabamba por la clasificación.
Por otro lado, Bolívar cumplió mucho más de lo imaginado, la tranquilidad fue un recurso aprendido y Savio abrió el marcador. La presión rindió frutos en Blooming, con Iribarren y Rafinha lograron dar la vuelta el marcador. Sobre el final los jóvenes fueron un tesoro celeste y Lima empató el partido después de una asistencia de Uzeda. Ya hablando de Uzeda, el confeso hincha de Blooming apareció y le dio la academia la victoria.
Si ambos paceños logran vencer sus llaves, Bolívar y The Strongest se verán la caras en la gran final del campeonato en el estadio Hernando Siles. Basta recordar la Navidad del 2016 para los atigrados o el Apertura de 1997 para los celestes. Los clásicos son la esencia futbolera de un país y estamos a 2 partidos de volver a vivir una épica jornada.