Argentina saboreaba una más que meritoria victoria en Barranquilla, pero Colombia dio el golpe en el final del partido y rescató un punto (2-2) ante un rival al que no vence desde 2007 en cotejos premundialistas.
La complejidad de Colombia llevó a que Lionel Scaloni realice varios cambios en relación a los once que jugaron ante La Roja, y la presencia de Gonzalo Montiel, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña, Giovani Lo Celso y Nicolás González demostraron que el entrenador no había quedado conforme con la última producción albiceleste.
Las modificaciones dieron los resultados deseados. En menos de 7 minutos la visita sacó una ventaja de dos goles que sirvieron para demostrar la agresividad con la que salió a jugar en el Metropolitano Roberto Meléndez.
El primer tanto llegó a través de la vía aérea. Un centro perfecto de Rodrigo De Paul encontró la cabeza de Cristian Romero y el Cuti dejó sin posibilidades a David Ospina. Un grito que no conformó, dado que unos instantes después Marcos Acuña amenazó con una de sus proyecciones y ejecutó un violento remate que se fue a centímetros del ángulo superior izquierdo del arquero.
La tendencia continuó con las exquisitas triangulaciones que llevaron al segundo festejo albiceleste. La improvisación final de Leandro Paredes completó una maniobra colectiva que instaló la tranquilidad en el conjunto nacional. Con el prematuro 2 a 0, el escenario era ideal para la Argentina.
Las respuestas del dueño de casa se basaron en la velocidad de Juan Guillermo Cuadrado, pero la solvencia defensiva atentó contra los deseos locales. Mientras tanto, Scaloni le exigía a Lo Celso que intentara enfriar el ritmo para conformar más sociedades con Rodrigo De Paul y Lionel Messi.
Colombia buscaba una mayor presión en la salida visitante y los mejores recursos argentinos se amparaban en la potencia de Lautaro Martínez, quien exigió a Ospina con sus constantes intervenciones.
La desesperación de Reinaldo Rueda se percibió cuando reemplazó a Jefferson Lerma por Luis Muriel en la primera parte. Todavía no había transcurrido media hora y el estratega cafetero tuvo que cambiar sus planes por la notoria superioridad de su rival. Con mayor peso en el área, Colombia apostó por los envíos aéreos que en su mayoría fueron perfectamente desactivados por el Dibu Martínez.
Un duro choque de Yerry Mina sobre la figura del Aston Villa obligó al ingreso de Agustín Marchesín en la valla albiceleste. Además de la preocupación que provocó el golpe que recibió el arquero, los fanáticos lamentaron su partida porque había demostrado una seguridad extraordinaria.
Antes del descanso el combinado cafetero apeló al juego brusco para imponer su presencia. En su deseo de intimidar a los intérpretes del Río de la Plata, los de Reinaldo Rueda se las ingeniaron para crear algunas situaciones que estuvieron cerca de terminar en el descuento. Pero el ataque no tenía calibrada la mira.
En la reanudación del pleito aparecieron Wilmar Barrios, Miguel Borja y Edwin Cardona para tener otros argumentos en la gestación ofensiva. Y apenas iniciado el complemento Nicolás Otamendi cometió una innecesaria falta dentro del área que Luis Muriel transformó en el descuento. La ejecución rasante y cruzada dejó sin chances al ex Lanús, y el grito del Sí se puede que bajaba de las tribunas alimentaba la esperanza colombiana.
Messi volvió a mostrar su destreza en cada tiro libre. Pero las respuestas de Ospina impusieron el recuerdo de Bravo. Los guantazos que desactivaron las pelotas con destino de red mantuvieron con vida a Colombia. Y la misión de sostener la mínima ventaja comenzó a tomar mayor valor cuando ingresaron Foyth y Pezzella para conformar una línea de 5.
Sin embargo, el sufrimiento llegó al final cuando Miguel Borja selló el 2 a 2 definitivo en Barranquilla. La extraordinaria tarea de Ospina ante Messi dejó a Colombia con vida, y un grosero error del defensor del Villarreal en la última jugada del partido le permitió al elenco cafetero evitar la derrota. El ex Estudiantes intentó una salida limpia cuando el ritmo del duelo no lo exigía y el dueño de casa lo aprovechó. Los errores tienen un precio elevado, y en el camino hacia Qatar a Argentina le costó la victoria. A días de la Copa América, todavía hay mucho que corregir en la Albiceleste.