Chelsea superó al Real Madrid y consiguió el pasaje para enfrentar en el gran duelo decisivo al equipo de Pep Guardiola, nada menos que en la final de la UEFA Champions League. El conjunto de Thomas Tuchel se impuso por 3-1 en el resultado global, jugará la tercera final de su historia y buscará la segunda Orejona de su historia.
El primer tiempo comenzó con el conjunto de Zinedine Zidane decidido a tener la pelota pero sin tener idea de cómo romper las líneas defensivas del cuadro local, que salió a presionar bien arriba y obligó a que el balón circule entre los centrales del elenco español, bien lejos de su área.
Con los mediocampistas bien marcados, el Real Madrid tuvo que apostar por buscar con balones largos a Benzema y a Vinicius Junior, quien en uno de esos pelotazos logró controlar y le permitió a su equipo lograr escaparle a la presión. En esa jugada cerca de los 20 minutos, por fin Luka Modric y Toni Kroos pudieron dominar el esférico en zona de peligro, se conectaron con Benzema y el francés probó de media distancia para crear la primera oportunidad de gol para su equipo.
El marcador se rompió a los 27 minutos, cuando N’Golo Kanté, luego de una larga posesión del cuadro inglés, improvisó una pared con Werner, rompió en velocidad, encontró el hueco y al juntar marcas soltó para Kai Havertz quien quedó cara a cara con Courtois, pero su disparo dio en el travesaño. El rebote le cayó al ex Leipzig, quien había acompañado la acción por derecha y de cabeza definió sin resistencia para celebrar el 1 a 0.
De esta forma, la etapa inicial culminó con el Chelsea en ventaja en el partido por la mínima y en la llave por 2 a 1, debido al empate 1 a 1 en la ida que se jugó en el estadio Alfredo Di Stefano.
El complemento inició con el local como dominador del balón, pero con mayor creatividad en ofensiva, sobre todo con las conexiones entre Mason Mount, Havertz y Werner, cuyas asociaciones provocaron un dolor de cabeza ala defensa blanca y obligó a Courtois a intervenir con sus atajadas para evitar una nueva caída de su arco.
Por su parte, el Real Madrid parecía no encontrarle la vuelta al partido y por eso Zidane mandó a la cancha a Marco Asensio y FedericoValverde en lugar de Vinícius Junior y Ferland Mendy para recuperar el balón y generar algo de peligro, porque para ese entonces la figura del partido era el arquero belga quien minutos más tarde le tapó un mano a mano a Kanté.
Pese a las modificaciones el Real Madrid jamás pudo generar juego, nunca pudo imponerse y ni siquiera fue capaz de tener una situación de gol. Con Modric y Kroos desaparecidos en el terreno y Benzema aislado, con Hazard y Rodrygo, que ingresó faltando 15, contenido, y con las líneas adelantadas, era cuestión de tiempo para que el cuadro español sufriera el segundo.
El Chelsea perdonó varios contragolpes y en cada uno le daba vida a su oponente, pero cuando restaban 5 minutos para el final por fin pudo estampar el 2 a 0. Kanté, figura de la serie, fue quien comandó la ofensiva, junto marcas, esperó hasta el último instante y soltó a su derecha para que Christian Pulisic llegue hasta el fondo, levante la cabeza, haga la pausa justa y filtre el toque al medio para que Mount se arroje al suelo selle el segundo.
El Chelsea tendrá ahora una cita con la historia el 29 de mayo frente al Manchester City en una final que expone la supremacía de la Premier League por sobre cualquier torneo en Europa. El elenco blue, campeón en 2012 del certamen al superar al Bayern Múnich, jugará su tercera final, la anterior había sido frente al Manchester United cuando cayó por penales en 2008.
También Tuchel tendrá una revancha personal luego de haber llegado a la final con el PSG en la temporada pasada y haber caído ante el Bayern Múnich. El técnico alemán, que fue despedido del cuadro francés en enero de este año, pudo entonces asumir al frente del Chelsea, que había despedido a Frank Lampard y ahora está a 90 minutos de la máxima gloria europea.