Foto: FIFA
Con un gol de penal transformado por el alemán Kai Havertz en la prórroga (117), el Chelsea conquistó el Mundial de Clubes por primera vez en su historia tras imponerse 2-1 al Palmeiras, este sábado en Abu Dabi.
En los 90 minutos reglamentarios, el belga Romelu Lukaku adelantó a los ingleses al inicio de la segunda parte (54), pero Raphael Veiga empató desde el punto de penal 10 minutos después para el campeón de la Copa Libertadores, que no pudo sumar su primer título en el Mundial de Clubes.
El sueño de los brasileños se esfumó a apenas unos minutos del final, cuando el árbitro australiano Chris Beath consultó el VAR por una posible mano dentro del área de Luan Garcia que acabó señalando el penal transformado por Havertz.
En un final aciago para el central brasileño, Garcia fue expulsado en el descuento por un derribo a Havertz cuando el delantero alemán encaraba solo al arquero Weverton (120+6).
“Es fantástico. Tras ser campeones de Europa, somos campeones del mundo, que suena bastante mejor”, declaró eufórico tras el partido Havertz, que hace unos meses ya fue el héroe de los ‘Blues’ al anotar el gol que dio la victoria en la final de la Champions contra el Manchester City.
“Para ser honestos, estaba un poco nervioso. Era decisivo. Una locura, pero he tratado de mantener la calma y ahora estoy muy feliz”, añadió al ser preguntado por sus sensaciones antes de lanzar la pena máxima decisiva en la prórroga.
Con este triunfo, el Chelsea mantiene el dominio de Europa en este torneo, que perdió por última vez en 2012, cuando precisamente el equipo inglés cayó frente a otro rival brasileño, Corinthians.