Foto: Prensa CBF
Argentina empató 0-0 anteBrasil en el estadio Bicentenario de San Juan, en un clásico sin brillo y con pocas situaciones de gol. De todos modos, la igualdad le entregó a la Albiceleste el pasaje a Qatar 2022. Las derrotas de Uruguay y Chile, y el empate de Colombia, terminaron de cerrar la clasificación de los dirigidos por Lionel Scaloni.
Como bonus track: el campeón de América lo logró cuatro fechas antes del final de las Eliminatorias, que en realidad son cinco, porque aún resta resolverse en el Tribunal de Sisciplina de la FIFA qué sucederá con el derby ante la Verdeamarela de la primera ronda, suspendido por la irrupción de autoridades de salud del país al campo de juego cuando se disputaban apenas cinco minutos.
Por la fecha 14 de las Eliminatorias sudamericanas, la Selección propuso una presión de alta intensidad en la salida de la Verdeamarela, encerrándola en su campo. Esa asfixia le reportó recuperaciones veloces, pero no logró traducirlas en jugadas precisas, en situaciones de gol. La visita intentó hacer lo mismo cuando el dueño de casa inició desde el fondo. En ese tironeo, Brasil supo cortar con falta cuando las acciones en su campo se tornaban peligrosas. Y en un par de pérdidas de Argentina en zonas sensibles casi abre el marcador.
Primero, a los 17 minutos, Vinicius quedó mano a mano, pero su definición, que intentó ser una vaselina, salió muy desviada. Luego, Matheus Cunha intentó sorprender a un Dibu Martínez adelantado con un remate desde la mitad de la cancha. Y no se fue lejos.
La albiceleste recién pudo llegar a fondo a los 24, cuando Di María desbordó por derecha y encontró a un Messi centralizado, que cargó la barra de potencia y le pegó de zurda, pero una pierna adversaria evitó que viajara hacia el arco. A los 30 volvió a avisar con una picardía: De Paul sacó rápido un tiro libre, Di María alargó para Lautaro, pero su tiro también fue trabado justo por la defensa del Scratch.
Dos momentos marcaron el primer tiempo de Argentina. Uno, el codazo de Otamendi a Raphinha (le provocó un corte y luego lo levantó del césped para evitar que impresionara al juez), que el árbitro Cunha, sus asistentes y el VAR no sancionaron (era para tarjeta roja). Dos, el remate combado de Rodrigo De Paul, que tenía destino de red, pero intervino el portero Alisson Becker.
En el inicio de la segunda parte, Scaloni usó la primera ventana de modificaciones para hacer dos cambios: a la cancha Joaquín Correa y Lisandro Martínez, por los “tocados” Lautaro Martínez y Leandro Paredes. Y a los 7 minutos perdió al Cuti Romero, una de las figuras del encuentro, por un tirón en el posterior izquierdo. El hombre del Tottenham intentó permanecer en cancha, pero no lo consiguió.
La segunda parte siguió siendo intensa, pero con muchos roces e infracciones; un trámite que el árbitro Andrés Cunha no supo llevar. Así, las chances de romper el cero fueron pocas, muchas menos que las faltas. Brasil pudo gritar con un remate de Fred que dio en el travesaño. O con un movimiento individual de Antony. Argentina ganó en volumen de juego cuando se encontraron De Paul y Messi. La Pulga, aún con su falta de ritmo a cuestas (encomiable su esfuerzo por no faltar, a pesar de las lesiones que acarrea), contó con el mejor intento sobre el epílogo, a los 44 minutos, con un remate que Alisson controló en dos tiempos.
El gol le hubiera permitido a Argentina sellar la clasificación en cancha, ante su público, sin la necesidad de esperar el resultado de Chile, que perdió 2-0 ante Ecuador como local. Un detalle apenas, que no le resta ni un ápice de valor a lo conseguido por Messi y sus pupilos Ni más ni menos, que el pasaje a una Copa del Mundo con mayor antelación de la historia.
Ya sin la presión de luchar por la clasificación, Argentina debe visitar a Chile, posiblemente en Calama y recibir después a Colombia. Brasil por su parte debe viajar a Quito para enfrentar a Ecuador, antes de recibir a Paraguay.