El meta uruguayo de Junior, Sebastián Viera tiene una particularidad bastante interesante al llevar siempre uniformes con dos alas en la espalda, a razón que en sus inicios en Nacional de Montevideo fue bautizado como “Ángel del Arco” por un periodista uruguayo ante sus continuas salvadas. Ligado desde muy joven con el fútbol boliviano, la primera ocasión que le tocó enfrentar a Bolivia el no estuvo como titular, en aquel Sudamericano Sub 20 de 2003, el que la celeste despachaba a la verde con un rotundo 4-1, y el de Juan Carlos Arce era anotado en la portería de Martín Silva, Viera era suplente.

En sus primeros cotejos con la selección mayor de Uruguay, atajó todo aquel 10 de octubre de 2004 ante la verde en La Paz, el meta de la gorra fue un bastión en el Siles y ni Joaquín Botero o Limberg Gutiérrez pudieron vulnerarlo y que cerca estuvo la celeste de ganar, si no era por mala definición de Mario Regueiro ante Leo Fernández, los de Jorge Fosatti sumaban un punto que serviría solamente para jugar la repesca ante Australia.

Ya en 2005 Viera deja Nacional y arriba al Villarreal de España, que contaba con el central boliviano Juan Manuel Peña en la defensa, el mejor submarino amarillo de la historia, con Viera alternando el arco con el argentino Mariano Barbosa,  además de Diego Forlán y Juan Román Riquelme como figuras, se quedaba en la semifinal de la Champions.

En 2006 justo días después de aquella eliminación, Arsene Wenger, técnico del verdugo Arsenal quería llevarlo a Londres, pero un quiste en la cadera, frustraba el sueño de Sebastián Viera de atajar en un grande de la Premier League, pero el trago amargo lo superaría con un dicho como bandera, “Si tuviera miedo, dejaría de jugar al fútbol”.

En selección su historia tiene picos altos y bajos, así como fue figura ante Bolivia en La Paz, también le tocó la hiel. No logró asentarse en un arco celeste que no tenía dueño definido, Fosatti lo utilizó en la Copa América 2004, aunque prefería a Luis Barbat, atajó casi todo el 2005 en el camino a Alemania 2006, aunque luego perdería el puesto con Fabián Carini, la celeste caía en la repesca ante Australia y no viajaba al mundial teutón.

Con Óscar Washington Tabárez tampoco pudo asentarse, Fabián Carini y Juan Castillo alternaban el arco charrúa, conflictos por priorizar a su club por sobre la selección le quitaban puntos con el “maestro”, y todo se terminó para Viera en el arco uruguayo tras un error en remate de Felipe Melo (si Felipe Melo) ante Brasil en el Centenario, goleada encajada, 0-4, y Viera pagaba las consecuencias, el ángel era diablo y Fernando Muslera se hacía cargo del pórtico rioplatense para no soltarlo más.

Tras su frustrado pase al Arsenal y un Villarreal que ya había pasado su época gloriosa, Viera llega al Larissa de Grecia y al no adaptarse al futbol helénico pega la vuelta a Sudamérica, donde Junior le abrió las puertas en 2011 y nunca más lo dejaría ir.

Ya con la casaca del Tiburón logró 7 títulos en Colombia, siendo considerado de los mejores arqueros extranjeros del fútbol cafetalero, junto a los argentinos Julio César Falcioni y Franco Armani.

Con Viera en el arco Junior fue emparejado en 2 ocasiones con planteles bolivianos. En 2012 Bolívar era el rival del Tiburón y Viera sufría al celeste en Barranquilla un gol de William Ferreira y la vuelta en La Paz con riflazos de Lorgio Álvarez y Jhasmani Campos. Bolívar pasaba y Junior se quedaba en fase de grupos de Libertadores.

La segunda ocasión fue en 2016, la Copa Sudamericana cruzaba al tiburón con Blooming, una gran actuación en el Tahuichi, un 0-2 le daba una casi clasificación a Junior, consumada en el Metropolitano Roberto Meléndez, más allá del gol de Joao Paulo Sales, encajado por Viera para el empate final 1-1.

A los títulos en Colombia pudo sumarse la Copa Sudamericana 2018, pero los penales ante Athletico Paranaense de Renán Lodi le negaban el galardón al Tiburón.

Hoy Junior vuelve a Bolivia, donde casi siempre le fue bien, excepto cuando enfrentó a Bolívar.